AL ATAQUE!
En una entrevista publicada en el diario Clarín, la lingüista Ivonne Bordelois habla sobre las dificultades de la sociedad moderna para utilizar matices al referirse a los sentimientos. Para eso mete la cuchara en la forma en que el sentido de las primeras raíces de las palabras va cambiando, se oscurece y reflota significaciones a través del tiempo.
Como dato curioso menciona la frecuencia con que aparecen en el vocabulario erótico de los jóvenes argentinos las palabras militares. No es posible pensar que este fenómeno sobrevive desde la última Dictadura, simplemente porque se trata de una población que no vivió esa época. Expresiones como ir al frente", "pasar por las armas", "transar" - que es un poco como decir estamos en pie de guerra y hacemos un pacto- no parecen palabras típicas de un encuentro tierno y amoroso, sino de una negociación bélica. En todos los idiomas del mundo se utilizan una gran cantidad de metáforas sobre el acto sexual que tienen que ver con golpear y tirar al suelo. La palabra es el antídoto de la violencia porque la libera, la encauza y la refleja".
"Sin embargo, coito es una palabra preciosa, que quiere decir "haber ido juntos" en latín. Hay que reconocer que en todos los idiomas, las esferas de la defecación, el coito y el parto hacen que los hablantes estemos eternamente incómodos. Nunca encontramos la palabra que nos exprese con tranquilidad y espontaneidad. Oscilamos entre el pintoresquismo, la grosería o el escrúpulo y siempre nos sentimos frágiles respecto de esos ámbitos.
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